Es una inflamación del conducto auricular y las zonas adyacentes de la oreja que produce primero malestar y luego dolor. Se trata de una consulta muy frecuente en las clínicas.
Causa
Normalmente a partir de una causa que predispone (inflamación del conducto por alergia, suciedad acumulada, herida…) comienzan a proliferar microorganismos que son los que instauran la otitis y dan la sintomatología aguda. Si no lo controlamos a tiempo habrá cambios en ese oído que perpetúan y amplían el número de microorganismos presentes (exceso de secreción sebácea, engrosamiento de las paredes y estrechamiento de la luz del conducto).
Síntomas
Lo primero que se observa es una cabeceo, como si se sacudiera el collar, luego veremos tendencia a ladear la cabeza al caminar. Si miramos dentro del oído veremos un enrojecimiento acusado y exceso de secreción. Como le duele no se dejará mirar como otras veces.
Tratamiento
Lo ideal es conocer la causa predisponente para que no le vuelva a pasar. Después identificar a los microorganismos causantes (bacilos, cocos, levaduras) para tratarlos específicamente. Normalmente es suficiente con unas gotas óticas adecuadas pero en ocasiones hay que medicar con pastillas. Es imprescindible la limpieza total de las secreciones acumuladas en el conducto, así como posteriormente la limpieza habitual de esa zona para evitar las recaídas y el control de la causa predisponente.