Es una enfermedad endocrina (hormonal), producida por que el bulldog no fabrica suficiente insulina.
La insulina es necesaria para absorber la glucosa (azúcar) que viene con la comida y así que las células se alimenten. Funciona como una “llave” que abre la puerta para que el azúcar de la sangre entre dentro de cada célula.
La escasez o falta de insulina lo que provoca es que aunque nuestra mascota coma, sus células están “hambrientas”, porque no les llega el azúcar de la comida.
Eso provoca que las células pidan más comida, por eso los pacientes diabéticos, al principio, tienen mucha hambre. En cambio los niveles de azúcar en sangre son muy altos, pues el azúcar (glucosa), no es utilizado.
Otros síntomas típicos de la diabetes en los bulldogs, como beber y orinar mucho, se deben a que el exceso de glucosa en sangre, se elimina por la orina en cantidades masivas, arrastrando agua en su eliminación, y al “perder” líquido aumenta la sed.
Cuando la enfermedad avanza, se suelen ver otros síntomas en el bulldog, como vómitos, apatía y perdida del apetito que indican que se está agravando el proceso y se requiere tratamiento inmediato.
Además pueden desarrollarse cataratas en nuestros bulldogs (en ocasiones con mucha rapidez) e incluso debilidad de las patas de atrás (por neuropatía).
Un factor de riesgo en el bulldog, al igual que en medicina humana, es la obesidad, por eso es importante mantener un peso adecuado en nuestra mascota.
El tratamiento consiste en corregir las alteraciones provocadas por la diabetes, así como en disminuir los valores de glucosa en sangre con insulina (mejor) o pastillas (hipoglucemiantes).
En casos avanzados, es necesario un control hospitalario. Hoy en día la diabetes en bulldogs (y otras razas) se consigue controlar igual de bien que en pacientes humanos.
Deja una respuesta