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En realidad no son auténticos “quistes” sino nódulos interdigitales. Se trata de un infiltrado inflamatorio intercelular.

La primera alarma de que en la pata de nuestro Bull pasa algo es cuando aparece una cojera, un lamido continuo o una zona enrojecida y abultada entre los dedos. A primera vista vemos un nódulo como otras veces hemos visto en perros de nuestros amigos. Este aspecto tan reconocible es el que nos induce a pensar que se trata del mismo proceso que ya antes habíamos visto, aunque en realidad las causas pueden ser múltiples.

Aquí esta precisamente la dificultad en el tratamiento. Lo que funcionó bien en un Bulldog ¡no funciona en el nuestro!

La manera más rápida de conocer la causa (y quizá la única fiable) es mediante la BIOPSIA, pero ¡no podemos anestesiar un Bulldog cada vez que aparece uno o más nódulos! Si el nódulo presenta un aspecto granulomatoso, drena un exudado sero-sanguinolento, está presente en una sola pata y el animal ha estado corriendo por el campo la patología más probable será una espiga/pincho clavado. Si el nódulo no cumple todos estos requisitos hay que pensar en otra causa menos evidente.

La siguiente alternativa es, basándonos en criterios propios y según nuestra propia experiencia en Bulldogs tratar para la patología más frecuente. Según nuestras observaciones en la mayoría de casos se trata de piodermas profundas (=infección) que responden bien a antibióticos, en otros encontramos el parásito Demodex como responsable de la inflamación, otros son nódulos por reacción a cuerpo extraño (pinchos, pelos que crecen hacia dentro, queratina de pelos rotos…) y también aunque raramente anomalías de las glándulas sebáceas asociadas al folículo piloso. A todas estas posibilidades tenemos que añadir que hay enfermedades que predisponen al Bulldog a padecer estos trastornos: hipotiroidismo, leishmaniosis, alergia alimentaria, atopia…

Los tratamientos por tanto van a depender de la causa y normalmente los que funcionan son a base de antibacterianos (cefalexina, amoxi-clavulánico, mupirocina), anti-inflamatorios (prednisona, triamcinolona), antifúngicos (nistatina, ketoconazol) antiparasitarios (amitraz, ivermectina, moxidectina) o incluso la cirugía extirpando el nódulo.

Si quieres probar un tratamiento casero en espera de acudir al veterinario puedes probar lo siguiente:

1) Limpia la zona con agua y jabon
2) Hazle un baño de pies en la bañera con agua templada y sal durante 10 minutos
3) no dejes que tu perro beba ese agua (es purgante)
4) Secale bien las patas
5) Aplica pomada antibiótica con cortisona

Repetir diariamente durante 10 días.